"Pasan los días y sigo sintiéndome igual": Sobre la expectativa de la terapia y el proceso de cambio.
- Barbara Bornscheuer
- 2 abr 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 may 2024

Pacientes que han comenzado recientemente una psicoterapia suelen, con frustración o queja, señalar “Siento que estoy peor” “Todo sigue igual”. Durante las primeras sesiones hay pacientes que sienten mucho alivio, pero otros pueden sentirse igual (incluso peor!). Esto es esperable cuando el paciente empieza a enfrentar la realidad y a desahogar el sentir que tuvo contenido por mucho tiempo. Hablar del tema con alguien lo hace real, y eso puede generar sentimientos de vulnerabilidad.
Cuando se asiste a terapia se tiene una fantasía de cura, es decir, una idea de cómo será sanar. Esta idea puede ser consciente o no, pero está instalada pudiendo frustrar mucho al paciente si no coincide con lo que esperaba. No alcanzar esa
se vive como un autorreproche a la propia imagen o como una insuficiencia para el otro, lo cual genera tristeza y ansiedad. La ansiedad por lograr un cambio nos mantiene expectante de resultados y eso impide enfocarnos en el proceso (sobre todo en pacientes que consultan por ansiedad!). Lo anterior puede implicar que aparezcan quejas contra el psicólogo y el proceso, e incluso que se abandone la psicoterapia.
Si bien pareciera que no se está avanzando porque el paciente se siente igual, hay que tener en cuenta que los cambios en el sentir toman tiempo. ¡Se puede llevar toda la vida funcionando de una manera, entonces no conocemos otra forma y nos incomoda salir de esta "zona de confort" aunque sea esta misma la que nos está perjudicando. Primero se suelen experimentar cambios puntuales y alivio momentáneo, y luego cambios en la forma en que se ven las cosas. Los cambios más profundos se ven a largo plazo.
Por otra parte, puede estar pasando que el paciente no ve los cambios o no los identifica como tal porque sigue sintiendo dolor. Por ejemplo, no valora que el hecho de estar atreviéndose a hablar ya es más de lo que se venía haciendo, o puede pensar que pasar de la rabia a la tristeza es un retroceso, sin embargo, esto es un avance. El terapeuta, desde afuera, sí logra ver los cambios y le mostrará, por ejemplo que, si bien la tristeza sigue presente, está pudiendo hacer muchas cosas que antes no podía, aún con la tristeza, y eso es estar cambiando.
Comments